"Googlearse" ha dejado de ser un simple ejercicio de vanidad, para convertirse en un fiel reflejo de la repercusión que tenemos en la red.
En mi caso, como en el de la mayoría supongo, los primeros resultados están relacionados con los perfiles de diversas redes sociales. Más concretamente es Facebook, el primer resultado, al que siguen Linkedin, este blog, mi canal de Vimeo, etc.
En el caso de Google imágenes ocurre lo mismo, las primeras posiciones las ocupan las distintas fotos de perfil de las redes sociales. Se podría decir que los resultados más notorios, están relacionados con contenido que yo mismo he vertido, y no con lo que alguien ha escrito de mí.
Si buceamos en las páginas de resultados sucesivas, encontraremos reseñas de periódicos, o webs de toros, de mi época como novillero, cada vez menos relevantes debido al paso del tiempo.
Algo que sinceramente creo de la reputación online, es que no se puede fingir. Como bien dice Juan Martínez de Salinas en su entrada "¿Cómo construir la reputación online" en la red hay que ser unos mismo. Es imposible llegar a tener cierto reconocimiento o aceptación, aparentando ser quien no se es. Hay que asumir que no se puede contentar a todos, y a partir de ahí, ser uno mismo aceptando siempre las críticas.
A lo que aspiro, es a que en un futuro no muy lejano, la realidad de mi posicionamiento en la red cambie radicalmente. Espero que los resultados relacionados conmigo, los hayan escrito otras personas, reseñando cosas de mi trabajo, en cuestiones de marketing y publicidad.
Más que simplemente como algo positivo, cada vez lo veo más fundamental, para el mundo laboral. Quizá, si yo fuera encargado de recursos humanos, valoraría más lo que se dice en la red de un aspirante, que las posibles referencias que pudiera traer.
Te recomiendo que hagas este ejercicio de "egosurfing" y veas como yo, en que posición te encuentras para la comunidad 2.0.
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